"It is not the answer that enlightens, but the question."
Eugene Ionesco.

martes, 4 de junio de 2013

La paradoja de los canales infantiles y algún precursor nacional


Según revela el Observatorio Audiovisual Europeo, en los últimos diez años, se triplicó el número de canales temáticos infantiles en Europa. Si en el año 2005 se contabilizaba un centenar de estos, en 2013 superan ya los trescientos de los cuales, aproximadamente la mitad corresponden a tres de las grandes corporaciones multimedia americanas (Disney, Nickleodeon –es decir, Viacom-, Cartoon Network y Boomerang –ambas de Time Warner). Por su parte, el número de canales infantiles que pertenecen a las televisiones públicas nacionales también creció sustancialmente. En los mismos años, y como no podía ser de otra manera en la vieja Europa, se dio la paradójica circunstancia de que la población infantil (entre 0 y 14 años) se redujo un 4% (fuente: Eurostat).



La pregunta es inmediata: ¿estaba realmente tan mal servido el nicho infantil que, a pesar de la muy esperable reducción de la población, había aún hueco para tal expansión de canales?

Las respuestas, no obstante, no parecen tan inmediatas. Efectivamente, a principios de la década, la disponibilidad de contenidos para los más pequeños era infinitamente menor de lo que es a día de hoy, en que el acceso a estos contenidos no sólo se produce a través de una numerosa oferta de canales en abierto y de pago sino que internet proporciona también la posibilidad de consumir los mismos bajo demanda, en cualquier momento y en cualquier lugar, sin necesidad de sujetarse, como en el pasado, a una parrilla o a un horario. Por ello, no me sorprende en absoluto la espectacular expansión de los canales infantiles privados de la última década, máxime cuando existe una gran industria juguetera y alimentaria muy interesada en llegar a este público de manera eficiente.

Y es precisamente es este último aspecto el que funciona como detonante de otro de los fenómenos que han propiciado el crecimiento de la oferta de canales, en este caso, públicos. No se trata de otra cosa que del aumento de la sensibilidad social en lo referido a la protección de la infancia, que ha terminado por impulsar a los operadores públicos a lanzar sus propios canales infantiles, exentos de publicidad y con una cuidada revisión de los contenidos emitidos.

Pero todo ello hubiera sido imposible si no hubiera coincidido en el tiempo con la multiplicación del espectro producida por el cambio analógico-digital, así como la expansión de los operadores por cable y satélite, ávidos de ofrecer amplios bouquets de canales para fomentar las suscripciones (no sólo de fútbol vive el hombre…).

Entre los años 2001 y 2003 formé parte del equipo que lanzó una de las primeras propuestas multimedia infantiles en España y Latinoamérica: Megatrix. Además de un programa de televisión en abierto en España (Antena 3) y Argentina (Telefé), Megatrix disponía de un canal temático de pago (Vía Digital y plataformas de cable), una revista mensual y el mayor club infantil de España de suscripción por correo. Megatrix llegó a producir, además, varias películas y series infantiles de dibujos animados con una inversión superior a los 12 millones de euros. La web de Megatrix era, con diferencia, la más visitada por los niños españoles. Es decir, lo que hoy día sería conocido como una estrategia 360 grados cuyo objetivo inmediato era la internacionalización.

Los vaivenes societarios a los que Antena 3, compañía propietaria de Megatrix, se vio abocada en aquella época, propiciaron la conclusión prematura de un proyecto que había superado con creces las expectativas con las que fue lanzado y que contaba con un equipo de profesionales de altísimo nivel (hoy, casi todos ellos, ocupando muy relevantes puestos en la industria).

Estas son las desventajas de ir un paso por delante de los tiempos, que como las estadísticas de crecimiento de la oferta infantil muestran, han dado la razón a la estrategia que se puso en marcha. De haber continuado, estoy convencido de que hoy día, habría una empresa española con un excelente posicionamiento en este interesante nicho.